martes, 29 de marzo de 2016

Episodio 10




Francisco Izquierdo:

Diario de Burgos…

“80 mirandeses solicitan al año ayuda para vencer una drogodependencia”

R.L. / Miranda - lunes, 10 de agosto de 2015

“El 70% son hombres «con una vida aparentemente normal» pese a que el consumo por géneros está muy igualado ya que «todavía se estigmatiza más a la mujer a la hora de visualizar su problema de adicción», señalan desde Boreal”

»Hasta 22 nuevos casos de drogodependencia han llegado a la asociación Boreal en lo que llevamos de año, una cifra que a partir de septiembre, por la experiencia de otros ejercicios, previsiblemente sufrirá un repunte. No es fácil dar el paso, reconocer un problema con las drogas y buscar una solución, pero en este colectivo, que lleva 26 años trabajando en la ciudad, se hace todo lo posible por brindar las herramientas para salir de este infierno.
Nueve de cada diez nuevos casos son hombres, una cifra que a priori «extraña» porque «el consumo está muy igualado, pero pensamos que se debe a que las mujeres tienen más estigmas a la hora de visualizar el problema. La sociedad es más injusta en temas de consumo con una mujer que con un hombre, sobre todo cuando hay menores de por medio, y eso afecta a la hora de que pidan ayuda», explica Raquel Fernández, trabajadora social de Boreal, donde el último año atendieron a 79 personas por problemas con las drogas. Solo el 30% fueron mujeres que habitualmente tienen problemas de alcoholismo y dependencia de las benzodiazepinas, utilizadas para la ansiedad o la depresión.

Pese a que a nivel nacional han aumentado los casos de drogodependencia durante la crisis económica, lo cierto es que en Boreal no se ha percibido dicho repunte, aunque también es cierto «que desde que una persona tiene un problema de adicción hasta que solicita un tratamiento, pasan unos cuantos años», sostiene Mónica Gutiérrez, educadora social.
Lo que sí están percibiendo es un aumento de visitas a su asesoría jurídica y es que, según explican desde Boreal, hasta ahora se permitía conmutar una sanción económica por tenencia ilícita de drogas poniéndose en tratamiento. Sin embargo, con la nueva Ley de Seguridad Ciudadana aprobada por el Gobierno, los mayores de edad ya no pueden acogerse a una sanción administrativa, sino que tendrán que pagar la multa económica correspondiente. Un cambio normativo que las dos técnicos de Boreal ven  «negativo» porque «penar no sirve de nada si no hay un intento de cambio, y esta nueva ley ha tirado por la borda eso».

Iniciación temprana.
En cuanto al perfil de los nuevos casos que atienden en la asociación, además de que la mayoría son hombres, muchos de ellos son jóvenes de alrededor de 30 años que empezaron a consumir drogas en la adolescencia. «Viene gente joven, muchos con hijos y con un estilo de vida normalizado de cara a la galería», revelan. En prácticamente todos los casos que tratan no hay una única sustancia a la que tienen dependencia. Empiezan con el alcohol y el cannabis y después pasan a la cocaína y a las anfetaminas, además de  «en muchas ocasiones dar un mal uso a fármacos». Habitualmente suele haber una «presión familiar» que les empuja a pedir ayuda y de hecho en el colectivo también se presta atención al entorno del adicto, que con frecuencia necesita un «desahogo emocional»
El consumo de drogas cada vez es más temprano, y hay chavales que con 13 años ya empiezan a beber o fumar porros. Ante esto, desde esta asociación se recomienda a las familias diálogo «porque las drogas siguen siendo un tema tabú. Los padres sí que son por lo general conscientes de que algo va mal, pero vemos que el tema del cannabis se deja pasar», sostienen, y añaden que algunos de los chavales jóvenes que acuden a Boreal tienen padres «que también consumen cannabis», por lo que es complicado poner límites a una conducta que se ve en casa.

Nueva presidenta.
José Ignacio Redondo, por su actividad como concejal, ha dejado la presidencia de Boreal, que será asumida por María Jesús Conde, como así decidieron los poco más de sesenta socios del colectivo, una cifra baja «porque nos estamos convirtiendo en un prestador de servicio pero cuesta que la gente se involucre. Es algo que hay que cambiar», reconocen.
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¡¿Ninguna reacción?!, pensé… Sin comentarios…



»Francisco Izquierdo:

¡Hasta San Blas!

Raúl Canales / Miranda - lunes, 10 de agosto de 2015

“La ciudad cuenta con una población estable de treinta cigüeñas adultas • En los próximos días migrarán, hábito que se había perdido en los últimos años ya que mientras el vertedero estuvo activo aseguraba comida los doce meses”

»La imagen de la cigüeña en lo alto del campanario ha sido una estampa tradicional de España durante décadas. Cada pueblo tenía su pareja y en Miranda el nido estuvo siempre en la iglesia de Santa María. Luego llegaron los de la fábrica de harinas, el de Sagrados Corazones o el de la Sagrada Familia, así hasta estabilizarse una población de casi una treintena de aves adultas que año tras año eligen la ciudad para el periodo de cría.
Y es que el refrán que asegura que «por San Blas la cigüeña verás», ha cobrado otra vez vigencia después de unos años en los que esta especie había modificado su ciclo natural. El cese de actividad en el vertedero municipal obliga a retomar un hábito olvidado, por lo que en las próximas semanas emprenderán un largo viaje en busca de lugares más cálidos en los que pasar el invierno, y no regresarán a Miranda hasta principios de febrero.
Con alimento garantizado, hace tiempo que las cigüeñas evitaban migrar. La ciudad se había convertido en un pequeño paraíso para la especie pero tras el cierre de la instalación cercana a  Los Corrales la comida escasea y no queda más remedio que trasladarse a  un nuevo destino que asegure su menú habitual: lombrices, pequeños roedores, saltamontes, culebras, peces...
«Las cigüeñas se van por cuestión de alimento más que por frío y mientras funcionó el vertedero aquí lo tenían asegurado, hasta el punto de que venían ejemplares desde pueblos de La Rioja, que comían y se iban otra vez», explica José Antonio González, estudioso del comportamiento de muchos animales, entre ellos el de estas aves zancudas.
Sin reserva de comida que garantice un invierno plácido, ahora no les queda más remedio que poner rumbo al sur, aunque la mayoría ya no tiene como destino África. Los arrozales andaluces sirven de cobijo a mitad de camino, sobre todo para los ejemplares más adultos, reacios a surcar los cielos durante miles de kilómetros en una ruta en la que acechan infinidad de peligros. «Los más jóvenes sí que siguen optando por Sudáfrica o Kenia, e incluso los dos primeros años no regresan, pero cuando ya tienen edad para reproducirse buscan pareja y vuelven a estas zonas», asegura González.

Problemas en tejados.
Superadas las épocas críticas en las que la especie estuvo amenazada en todo el territorio nacional por el uso de productos químicos en la agricultura y superado también el boom del 2000, en los que hubo una reproducción masiva, la población de cigüeñas se ha estabilizado. En Miranda actualmente hay localizados catorce nidos, algunos en los montes cercanos como el de Sagrados Corazones y la mayoría en edificios céntricos, lo que en ocasiones supone un problema por su peso y por la suciedad que generan.
Animales de costumbres, las cigüeñas son monógamas y siempre retornan a su hogar. No importa que se coloquen siluetas o plásticos a modo de espantapájaros, ni hierros en las cornisas, o que incluso haya quien retire su nido para evitar que regresen. «Son tozudas y lo vuelven a hacer en el mismo sitio», asegura González, quien explica que el problema tiene solución y que la misma ya está inventada. «En Alfaro, que tienen centenares en la colegiata, han colocado una plataforma que evita que afecten al tejado y que caigan los restos de comida», explica.
Si se controlan los posibles inconvenientes que genera la presencia de un nido, se puede considerar un privilegio que las cigüeñas elijan un tejado próximo y «ver como alimentan a los pollos y como empiezan a volar. Conozco a muchas familias que dicen que prefieren la molestia que genera que aniden en su edificio porque disfrutan viendo, con unos prismáticos desde la ventana, la naturaleza en estado puro».
Y es que algunos hábitos de esta ave dejan atónitos. Es de las pocas especies en las que el macho también participa de la incubación y cuando el agua o el sol aprietan demasiado, los adultos se ponen de pie y extienden sus alas para cobijar con su plumaje a las crías
Además, son un animal solidario. «Si ven a un miembro que está muy viejo o que tiene algún problema físico y que no puede suministrarse alimento, en lugar de apartarle le alimentan como a un pollito», apunta González.
En los próximos días veremos a la bandada partir, pero en unos meses serán nuevamente parte del paisaje urbano.
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Al parecer, esta noticia tampoco les llamó la atención. Las sacrificadas cigüeñas, tras causar, posiblemente, varias bajas, estas habían conseguido aclimatarse a las bajas temperaturas invernales como consecuencia de tener el alimento asegurado en el basural. Espero y deseo que las generaciones venideras no se fíen del hombre, como especie, ni pierdan el instinto migratorio; ya que: les llevaría directamente a la extinción.

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